Un artículo en el periódico me descubrió la obra del compositor estonio Arvo Pärt. Mucho le alabó el columnista en su reseña, pero lo que realmente me animó a buscar y conocer la música de Pärt fueron las palabras con las que el propio artista describe algunas de sus obras: "Son sólo ejercicios. Sirven contra los pensamientos crueles".
Cuán fácil es dejar que tales pensamientos crucen las puertas de la mente, y con cuánta naturalidad dirigimos la crueldad hacia nosotros mismos.
Quizás una composición no baste para sanar, tal vez el sortilegio funcione sólo para quien crea la obra. Lo cierto es que hay música que logra purificar y ennoblecer cualquier pensamiento.
Aquí el Da Pacem Domine, de Arvo Pärt.
domingo, 1 de abril de 2007
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