Despertó exaltado y sudoroso. Los ojos desmesuradamente abiertos, llenos sin duda, de la imagen terrible.
Pero la visión del amanecer calmó sus temores del inmediato. Le bastó mirar a través de la cortina entreabierta para constatar una vez más el triunfo de la lucidez.
Así que se puso de pie. Se frotó los ojos y miró de nuevo, como para constatar que el despertar no era también parte del sueño. Y con el ánimo y el cuerpo ligeros, fue a la ducha.
Mientras tanto, la sombra se replegó entre la pata de la cama y el costado de la mesita, relajó su oscura faz en actitud de descanso, y con voz suave, prácticamente imperceptible, musitó: “Hasta esta noche”.
8 comentarios:
Bonita mini ficción (como diría el tal Alberto Chimal): un cuento en donde los sentimientos del villano son tomados en cuenta... jeje.
Por cierto: en cierta página de videos, en donde el famoso "Edgar" encontró fama, y en donde se publicó la muerte de saddam hussein, anda rolando el video de vuestra toma de protesta... y el ataque de risa de Priani...
Ah sí, la gran toma de protesta de Itzel, y el fantástico ataque de risa de Priani... ja ja, yo me
encargué de publicarlo, jaja...
Ahora me rio...jaja
Seguro que era un duende. Casi casi lo estoy viendo.
Leía yo lo del prozac en esa pequeña ventanita que tiene al lado de su blog... (que por cierto traté de sacar una parecida y nunca entendí como).
NO se si sirva, pero el domingo en el zócalo tuvimos una gran dosis de antidepresión todos encuerados.
Si las cosas siguen igual, pues vamos todos a encuerarnos un día a las islas... realmente funciona.
la esponja exibicionista
deberiamos irnos todos, como la sombra
deberiamos irnos todos, como la sombra
me encanto este cuento. me gusta mucho el estilo que manejas
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