viernes, 31 de agosto de 2007

Viernes

Hoy todos parecen saber a dónde ir. Llueve, pero la gente sonríe mientras se arremolina en torno a bares y café. Otros vuelven a casa con los que aman o extrañan, y mientras surcan ríos de tránsito, sólo piensan en el breve descanso merecido. Yo simplemente cierro los botones de mi abrigo, desacelero el paso y camino bajo lo que se siente como suave rocío.

4 comentarios:

Livi Jazmín dijo...

Qué post tan breve y bonito. Yo sufro como puerco los viernes en casa. Saludos.

Esponjita dijo...

Me gustó mucho. Muy bella imagen, condensada (¿como la lechera?, ja, no se crea)... pero ciertamente es muy dulce la imagen... sabe así como dulce y amargosa.

ya no llueve (llovió hace una hora), platiqué con el hombre más hermoso del mundo: lo acompañé a preguntar cómo arreglar los trámites para casarse con su novia de toda la vida.
Luego iré a mi casa, a leer De Anima... me emociona pensar, quizás, que mi gato se alegrará infinitamente al verme llegar...

salud:
la esponja...

PD: ¿acaso ocurrió que nos saludamos el otro día? ¿fue acaso un fantasma en el más griego sentido de la palabra?¿una especie de Itzel...

Itzel dijo...

Livi: Gracias. Yo no sé si podría decir que sufro, pero lo cierto es que los viernes siempre me inducen un estado de ánimo nebuloso.

Esponjita: Qué maravilla de tarde la que describes (bueno, no se si fue tarde o día) lluvia, agradable charla; después buena lectura y compañía gatuna, ¿que más puede uno pedir? Ah, y sí nos hemos saludado varias veces en la facultad y hoy también en el puente de insurgentes.
Saludos.

Esponjita dijo...

¡¡¡Al fin conocí a su Noúmeno!!!
la fenoménica esponja