miércoles, 12 de septiembre de 2007

Una luz que jamás se apaga

*Breve post homenaje a una hermosa canción y a un hermoso fin de semana.

¡Adelante!, dices, y no encuentro una razón para dejar de ir a tu lado. La lluvia quiere golpear nuestras espaldas, pero es incapaz de seguir el rumbo que tomamos. Hoy no marchamos con la niebla, sino por el camino estrecho y desdibujado, que corre bajo un cielo ebrio de luz. El auto se desliza con rapidez y gentileza y los árboles que franquean la ruta inician su ilusoria carrera en reversa. ¡Cuán fácil es vivir así la deliciosa sensación de que nos alejamos!

3 comentarios:

Esponjita dijo...

lindo, lindo. me ha gustado.
debería usted publicarlo junto al otro en una especie de libro llamdo : antología sobre la lluvia, o del estado de animo que depende de si uno se moja o no.
vale:
la esponja (que ayer se mojó)

Conrado Arranz dijo...

La distancia significa en multitud de ocasiones el acercamiento a uno mismo,el refuerzo en la esperanza de saber que algún día lloverá menos. Un saludo.

rolando dijo...

buena escritora je...
esos animos tamb no me han ido bien,
desearia tomar una terapia con usted jeje.
bueno me despido cuidate,!!haa os tamb invito a mi blog"