jueves, 18 de diciembre de 2008

Onírica

Dormir, dormir, dormir.

Hasta que pasen las fiestas, pues no me importa que comiencen, sino que terminen.

Hasta llegar a los cuarenta, para que no vuelvan a decirme chica.

Soñar con el amor, para no herirlo en la vigilia. Soñar con las palabras correctas, para dejar de escribir fantasías.

Dormir, dormir, dormir...


Dedicado al examen psicométrico que hice hoy,
en el cual me preguntaban si a veces tengo sueños fantásticos.
Seguro lo reprobé...

5 comentarios:

Ernesto dijo...

No kiding?

Esponjita dijo...

Afortunada usted que ha de poder dormir... yo atrapada entre el Intelecto Habitual y el Material... no, más bien creo que me quedé atorada en alguna especie imaginativa...
Como sea... no duerma, ahora sí venga por el chocolate: al fin el CONACyT pagó la compostura de Gas y ya puedo prepararle chocolate Abuelita...
La semana que entra está bien, creo yo.
Muchos abrazos...
(dichosa usted, también, que no ha de tener pesadillas)...

La esponja averroísada

Itzel dijo...

Ernesto: No kiding. También preguntaban si tenía temor de Dios... Me dio miedo, pero hay que pagar la renta.
Esponjita: ¿Qué le parece el viernes próximo? Así me platicará de los intelectos y las especies imaginativas...

. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Esponjita dijo...

dele pues, el viernes está bien... por correo pongámonos en contacto, que ya van dos veces que me equivoco de día en que vivo. Con el plomero no fue tan grave como con mi papá. Averroes tiene la culpa de todo.