jueves, 9 de julio de 2009

Quisiera ser Carrie

Por lo general soy una persona ecuánime, pacífica y hasta sosa (subráyese el "por lo general"). No suelo reír a carcajadas ni llorar a mares. No me pongo verde y rabiosa cual Hulk cuando algo me molesta. No cubro a los que amo de besos y apretujones. No le pego a la computadora cuando no sirve ni reto a Dios cuando no hay internet.
Soy callada, deprimida y sombría. Dejo que los demás hagan de sus vidas sendos papalotes y mando las emociones al estómago. Ahí ellas cavan pequeños surcos o luego corren hasta el cerebro, donde causan cortos circuitos. Esto, digo, es lo que sucede por lo general.
Pero a veces quisiera ser Carrie y levantar tremendas olas de ira destructiv
a. Quisiera mirar con desprecio a los seres enfadosos y flamearlos en ese mismo instante. A los que me pegan en la cabeza en los peseros porque no pueden mirar abajo de sus narices, a los que escuchan música en sonido estéreo a las tres de la mañana, a quienes se estacionan ocupando la calle y la banqueta, a la gente detrás de las ventanillas que en lugar de ayudarte cuchichea con el de al lado, a los que son injustos, a tantos y tantos políticos.
No es que tenga complejo de superhéroe vengador, ni que haya visto demasiados anuncios de "Ordene emperador", o que yo misma no haga cosas por las que merezca arder en leña verde. Tampoco odio a la humanidad. Simplemente sucede que a veces los mosquitos sueñan que son dragones y en una de esas llegan a despertar escupiendo fuego.


* Post inspirado por la cajera del banco que perdió mi tarjeta tributaria, por el cliente que ya no encuentra mi cheque y por todos los centros de "atención" a clientes de Telcel.


3 comentarios:

alfredo dijo...

...y es que, tan bien entiendo sus escritos, que no me gustaría escribir tantas letras para no robarle tiempo a sus ojos. Pero cuando era niño escribí un cuento. "Un chapulin que quería volar, y descubrió que tenia alas, se sintió realizado el grillito, hasta dirigió a todos los insectos con sus cabesitas de insecto. Una tarde llego un cuervo y se los trago todos."

Saludos.

Trompetista de Falopio dijo...

¡Sí! Yo estoy taaan familiarizada con ese deseo.

Itzel dijo...

Alfredo: Gracias por publicar su genial cuento en este modesto espacio.

Trompetista: ¿Verdad que sí?