jueves, 22 de mayo de 2008

Tiempo completo

Esto no tiene por qué interesar al lector, así que de ningún modo le reprocharía el cambiar de bitácora. El caso es que a partir de variadas remembranzas (cuanto más me acerco a los treinta más revuelvo el pasado) llegué a la conclusión de que jamás he sido ni realizado nada de tiempo completo.

Mientras estudiaba una licenciatura, trabajaba como secretaria y correctora de estilo. Después progresé en la corrección de estilo, mientras hacía pininos como guionista radio. Me adentré en el guionismo mientras terminaba una tesis. Y ahora trabajo en una tesis nueva mientras soy jefa de familia, memorizo los enunciados de los verbos griegos, escribo artículos sobre publicidad, belleza y moda, leo cada viernes sobre fantasmas y revenants, y aprendo a enseñar, con el desgarbado aunque presto auxilio de doce adolescentes.

Cuando repaso este homenaje a la poligamia que es mi currículum, no puedo más que comprender por qué mis antiguos colegas de la radio son ahora importantes periodistas y populares locutores, por qué mis amigos de la entrañable facultad están en camino de ser sabios académicos, y por qué mis compañeros literatos empacan sus maletas para viajar hasta donde los conducen sus talentos. Ellos encontraron una senda, un amor, un tiempo completo. Yo en cambio he preferido andar de un lado a otro, amar a muchos, darme a todo y a nada por entero.

Todo esto, señores, porque ayer recibí una oferta de trabajo que me permitiría consumar el anhelado escape de la ciudad, calmar las ansias familiares, y por qué no, hasta patrocinar un querido y oculto proyecto. Mas debí rechazarla, porque el ir y venir me ha conducido a investigar el imaginario moral del Medioevo, y por ahora no puedo aceptar ningún tiempo completo.

2 comentarios:

Esponjita dijo...

No mienta:
Usted vive buffetescamente de tiempo completo...

Qué será mejor: ¿vivir completamente la vida o vivir trabajando tiempo completo?


Saludos piquiescos y mirandolanescos:

La esponja unitrina: una esponja que se esponjea esponjándose (Aris. Met. XII, 9, sección sobre el intelecto esponjoso)

. dijo...

La vida juega con uno