martes, 29 de abril de 2008

Razones

- "¿Por qué no te quedas?" -preguntó mientras ella se incorporaba perezosamente para salir de la cama- "Se ha hecho tarde otra vez; vete por la mañana, el autobús irá ligero".
Sin pensarlo demasiado revirtió los movimientos y se entrelazó de nuevo al torso, los brazos, las piernas, a todo ese cuerpo que la recibía como si fuese su natural complemento.
Reclinó la cabeza sobre su pecho y fantaseó. Vio con claridad que no partiría en el primer autobús de la mañana, ni en el cuarto, ni en el primero de la tarde. Una vez más los arrebataría el crepúsculo y con el último viso de claridad él repetiría "¿Por qué no te quedas?" Admiró pasar lentos los días en los que al autobús le seguía faltando un pasajero. Y contempló la ropa en el sillón, el rostro de quien pregunta sin dudas, el crepúsculo y la noche volviéndose costumbre. Y finalmente los distinguió a los dos, entrelazados y ausentes; él buscando incertidumbre donde ya no existía, y ella extrañando la nostalgia por no sentir el lejos.
Tras la última imagen se incorporó, ya sin pereza. Vistió las ropas, miró por la ventana, caminó hacia la puerta. Y él, que también había contemplado, no preguntó de nuevo.

2 comentarios:

Esponjita dijo...

ya lo dijo mel patiño: extrañaría el deseo de matarte.

y ya lo digo yo: que azul le quedó el blog (o yo soy daltónica: no aseguro nada)...

muchos saludos:

una ultradesvelada esponja en CU

Esponjita dijo...

Oiga, ya me preocupé:
no sé si alcanzó a leer el mensaje verde que puse en mi bló.
Antes que nada, sepa que la quiero y la respeto... por eso la invito a unirse.
Es una apuesta cara, muy cara, y las probabilidades de éxito son pocas.
Lo único que le podemos ofrecer son aprender tres idiomas inútiles, y un poquitín de escolástica...
Y toda la solidaridad del mundo.

Espero que comprenda por qué lo hago... y si no, por lo menos que sea indulgente con la insensatez de su compañera...

Una imprudente pero de buen corazón , esponja