He caminado mucho; leo y escribo poco. He perdido mi habitual insomnio; sueño demasiado. He comido hamburguesas y papas fritas; la ropa me queda más holgada. Me tiemblan más las manos; tengo menos miedo. No he bebido ni fumando; a veces me siento inexplicablemente feliz. Cometo faltas de ortografía; pienso con más claridad. No he visto a mis amigos; su influencia está en mucho de lo que hago. Paso largos ratos imaginando el día de mi muerte; dicen los médicos que tengo buena salud.
Últimamente no tengo motivos reales ni directos para entristecer; imagino más de los que puede sentir una vida.
viernes, 21 de noviembre de 2008
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4 comentarios:
Vale: pues la semana que entra. Recibido correo... apuntados datos ultrasecretos... pronto recibirá noticias mías.
Por otro lado, la caminitis me ha dado también, aunque en algo coopera mi microbusfobia. He soñado que pierdo un diente y que la ovis me perdona. Envidia terrorífica siento de saber que las papas le producen holgura de ropa: basta que se me antoje a mí algo sabroso para que engorde, aunque no lo coma.
Estos días de final de semestre tengo muchas pesadillas y mi casa se pone fría... Urge por ello el chocolate...
Te pareces tanto a tí, que a veces te confuno con las flores.
Esponjita: entre aprenderse el "eporeuomen men" y terminar de traducir a Thierry de Chartres, las pesadillas están a la orden del día, así que lo mejor será chocolatear.
Alfredo: Yo te confundo con un viento suave que llega intempestivo y se va sin dejar rastro; pero estremece al árbol, dejándolo vivo y sonriente.
Gracias Maestra Itzel. Si eso han dicho de mi, y asi me siento un poco, ligero e intrometido y me gusta estar entre los àrboles creo que al fin encontre mi lugar.
Saludos y le reitero mi agradecimiento por su concepto.
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